Este plato es un clásico sencillo pero delicioso, perfecto para un almuerzo saludable y lleno de sabor. La combinación de pollo tierno, cebolla caramelizada y el toque aromático del vino blanco lo convierten en una opción que te hará agua la boca.
Ingredientes:
- Pechugas de pollo (1 por persona)
- 1 cebolla grande
- 200 g de champiñones frescos
- 100 ml de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
- Dora el pollo: Calienta una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Cocina las pechugas de pollo a fuego medio hasta que estén doradas por ambos lados. Retíralas y resérvalas.
- Cocina la cebolla: En la misma sartén, agrega la cebolla cortada en juliana. Cocina a fuego lento hasta que esté suave y ligeramente dorada.
- Añade los champiñones: Incorpora los champiñones laminados a la sartén. Remueve bien y cocina hasta que suelten su jugo.
- El toque especial: Vierte el vino blanco en la sartén. Cocina a fuego medio hasta que el alcohol se evapore, dejando solo su delicioso aroma.
- Finaliza el plato: Devuelve las pechugas de pollo a la sartén, ajusta la sal y la pimienta, y deja cocinar todo junto unos minutos más. ¡Listo para servir!